14.9.10

EDITORIAL

“Los niños son el futuro” reza una de esas frases hechas que a lo largo de la vida todos hemos escuchado en alguna ocasión. No es difícil comprender lo que la frase implica.

Los niños son el futuro porque son quienes finalmente nos sucederán, nuestros herederos, quienes dentro de unos años gobernaran, quienes tomarán las decisiones, quienes moverán la economía, quienes repetirán nuestros errores o aprenderán de ellos, quienes estarán a cargo de sus propios niños.

Pero es vital recordar que los niños, también son el presente. Que es ahora cuando nos necesitan, que es ahora cuando dependen de nosotros, cuando más vulnerables son. Ahora y no en el futuro, es cuando hay que velar por ellos, porque vean satisfechas sus necesidades básicas, porque tengan alimento, vestido, vivienda, acceso a una buena educación, acceso a servicios de salud, porque tengan una familia, una identidad, porque se sientan seguros, amados y sean felices.  

Es por todo esto que esta, nuestra tercera edición, se la dedicamos: a los niños, con cariño.

POLÍTICA NACIONAL PARA LA NIÑEZ AÚN SIN IMPLEMENTARSE



Jasson Muir
jassonmc@gmail.com

A un año de adoptarse la Política Nacional para la Niñez y la Adolescencia en Costa Rica (PNNA), el país aún no ha operacionalizado las estrategias planteadas para cumplir con las metas de dicho documento. Los grandes rezagados son los sectores de salud y educación.

El Lic. Fernando Ching, de la Oficina local de San José Oeste del Patronato Nacional de la Infancia (PANI) comentó que es necesario armonizar la legislación nacional para cumplir con la Convención sobre los Derechos del Niño y el Código de la Niñez y Adolescencia, y brindar un presupuesto suficiente y necesario para implementar las políticas públicas de la PNNA.

Aún cuando los índices de desarrollo humano muestran que Costa Rica avanzó en aspectos como mortalidad infantil, esperanza de vida al nacer, políticas de equidad de género y cobertura de la enseñanza primaria, quedan varios temas por resolver mediante políticas públicas del Gobierno.

Tal es el caso de la cobertura del esquema de vacunación, la nutrición, la salud integral en adolescentes, y la deserción estudiantil en secundaria. (Ver nota: Educación y salud infantil son los grandes retos que enfrenta el país)

Ching además considera necesario definir las responsabilidades de las instituciones para cumplir con las convenciones internacionales sobre niñez y adolescencia.

La PNNA fue elaborada por la Rectoría del Sector Social y Lucha contra la Pobreza, el Ministerio de Planificación, el PANI, el Consejo Nacional de la Niñez y de la Adolescencia, y la UNICEF, en setiembre del 2009.

El gobierno se dedicará este año y el siguiente a trabajar para garantizar una mejor condición de vida para la población infantil y adolescente del país.

EDUCACIÓN Y SALUD INFANTIL SON LOS GRANDES RETOS QUE ENFRENTA EL PAÍS

Jasson Muir
jassonmc@gmail.com

La deserción en secundaria, la salud integral de adolescentes, los problemas nutricionales y la cobertura de vacunación son de los principales desafíos que el país debe encarar para mejorar la condición de vida de las personas menores de edad.

Así lo establece la Política Nacional para la Niñez y la Adolescencia (PNNA), adoptada hace un año por el país, pero aún sin implementarse.

El Lic. Fernando Ching, del Patronato Nacional de la Infancia, explicó a ENTORNO los retos que el país aún debe enfrentar para cumplir con la Convención sobre los Derechos del Niño y el Código de Niñez y Adolescencia.

En cuanto a educación, el país debe enfrentar la deserción en secundaria.

Datos de la PNNA detallan que aún cuando la cobertura de la educación primaria en el país atendió a un 100% de los niños en edad escolar en el 2008, sólo un 80% de ellos ingresó a un centro de educación secundaria. Además, de cada diez niños que ingresan al sistema educativo costarricense, sólo 6 terminarán la secundaria.

Esto se debe a lo que la PNNA llama un sistema educativo criticado por ser “inflexible”, “poco interesante” e “inútil para la vida concreta de los y de las estudiantes”.

Al respecto, Ching comentó que la deserción en secundaria se presenta por ofrecérsele al estudiante un sistema de aprendizaje aburrido y arcaico. Asimismo, la pobreza económica es otro de los factores que ocasiona que los y las jóvenes abandonen las aulas.

Para combatir esto, él propone que la educación se adecúe a la globalidad, promoviendo un aprendizaje más científico y tecnológico, y una educación innovadora.

Promoción de la educación artística incentivaría a los y las estudiantes a permanecer en las aulas (Foto con Fines Ilustrativos)
También se debe promover la educación artística, en áreas como la música, la danza y las artes plásticas, y velar por que se implementen espacios de recreación, juego y deporte en las instituciones educativas, para que el colegio sea más atractivo para los y las estudiantes

En el tema de salud, los esfuerzos focalizados a la adolescencia deben ser mayores.

El funcionario del PANI define la necesidad de crear un hospital para atender a la población adolescente, pues la atención a este sector es un tema pendiente. Los derechos sexuales y reproductivos, el cuidado de la salud integral de la población indígena en niñez y adolescencia son otras de las carencias que debe resolver el gobierno.

Aunado a esto, la cobertura del esquema de vacunación debe ser total en todo el territorio nacional, pues sigue siendo insuficiente. Esto aun cuando la Ley de Vacunación tiene ya nueve años de regir en el país.

Otro de los factores que afectan la calidad de vida de los y las menores de edad es la nutrición, pues en el país todavía se presenta un número de niños, principalmente en zonas rurales y dispersas, que no cuenta con el acceso a una alimentación suficiente y balanceada.

A esto se le suma el crecimiento en casos de obesidad infantil que hay en el país. Según el doctor Rodolfo Hernández, director del Hopsital Nacional de Niños, entre un 20 y 30 por ciento de la población infantil presenta algún grado de obesidad.

El informe “Estado de la seguridad alimentaria y nutricional de Costa Rica, publicado en el 2006, establece las políticas a implementar en el período 2006-2010, para erradicar la desnutrición infantil en familias en condiciones de pobreza, y prevenir y controlar la obesidad.

UNICEF: ESFUERZOS CONTRA POBREZA INFANTIL ACELERARÍAN OBJETIVOS DEL MILENIO

Jasson Muir
jassonmc@gmail.com
 
Un nuevo estudio de la UNICEF revela que invertir en niños y niñas de escasos recursos es la manera más eficaz de alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).

Además indica que si se concentran esfuerzos en esta población se salvan más vidas por millón de dólares y se disminuye de manera más efectiva la brecha económica entre ricos y pobres.

Los Objetivos de Desarrollo del Milenio son ocho metas que los 192 países miembros de las Naciones Unidas se propusieron alcanzar para el 2015.

Las publicaciones “Narrowing the gaps to meet the goals” y “Progreso para la Infancia: lograr los objetivos del milenio con equidad” de la UNICEF fueron presentadas este 7 de setiembre. En ellas se recalca la importancia de invertir en la niñez de escasos recursos para poder alcanzar los ODM.
El 4rto ODM es: "Reducir en dos terceras partes, entre 1990 y 2015 la mortalidad de niños menores de 5 años" (Foto con Fines Ilustrativos)

Las estrategias tradicionales para alcanzar los ODM han ensanchado las desigualdades entre los sectores más ricos y más pobres de cada país. Estas desigualdades inciden directamente en índices de mortalidad infantil y materna, desnutrición y educación, entre otros.


El Patronato Nacional de la Infancia indicó a ENTORNO que una mayor inversión en la niñez y la adolescencia en el país significaría una mejora en las condiciones sociales del resto de la población, en materia de seguridad ciudadana, alimentaria y educación, entre otros.

Los estudios también indican que destinar un millón de dólares para reducir la mortalidad infantil evitaría alrededor de un 60% más de muertes que las estrategias actuales.

El Director Ejecutivo de UNICEF, Anthony Lake, expresó que las conclusiones de ambos estudios “ponen en tela de juicio el pensamiento tradicional de que centrarse en los niños y niñas más pobres y más desfavorecidos no resulta rentable”. Dijo además que buscar la equidad en la población infantil supone una victoria moral y “acertada en la práctica”.

NIÑOS DE LA CALLE DISMINUYERON EN LOS ÚLTIMOS AÑOS

Luis Ramírez
luisraysa@gmail.com 

Las cifras de los niños de la calle redujeron en los últimos 5 años de acuerdo a estadísticas de la Oficina de Planificación del Patronato Nacional de la Infancia (PANI).

Fuente: Oficina de Planificación PANI.
Durante el 2006 se atendieron 609 casos de menores de edad que vivían en las calles mientras que el año pasado fueron 210 niños que se encontraron en tal situación en todo el país.

Para el primer trimestre del año 2010 se reportaron 61 casos de los cuales 20 se localizan en la Región de San José, mientras que la oficina local que presenta los datos más elevados durante ése periodo fue Los Chiles.

Fuente: Oficina de Planificación PANI
Según el Planificador Social de la Oficina de Atención Integral (DAI) del PANI, Geovanny González, éstas cifras pueden revelar que los programas y operativos elaborados por la institución han sido efectivos. Sin embargo, recalca que otros factores como la no denuncia de los casos podrían afectar también las estadísticas.

Para evitar la proliferación de niños que viven en las calles en el Casco Metropolitano, DAI detecta los casos de menores en situaciones de vulnerabilidad.

Factores externos como drogadicción, ingresos económicos escasos, violencia familiar, falta de acceso a educación y salud provoca que los niños salgan a las calles” explica González.

Los niños en la calle son aquellos menores que se ven obligados a trabajan y que mantienen algún vínculo con sus familias, ésta circunstancia podría terminar en covertirlos en niños de la calle, es decir, viven fuera de sus hogares y han perdido contacto con sus familiares.

Para detectar a tiempo infantes en situación de vulnerabilidad, el PANI trabaja en conjunto con la Fuerza Pública y otras instituciones no gubernamentales, posteriormente se implementan los debidos procesos para la reincorporación de éstos menores a la sociedad.

En primera instancia se busca conseguir que los niños regresen a sus hogares o que vivan con un familiar y si no se logra se les envía a alguno de los diversos albergues que el estado maneja a nivel nacional.

“Es un trabajo importante, en el que deben participar el estado, la familia y la sociedad en general” expresó González.

ADOPCIONES DE MENORES SE DUPLICARON EN LOS ÚLTIMOS AÑOS

Gloriana Rojas
gloriana.rojas@gmail.com

La cantidad de personas menores de edad adoptados a nivel nacional por medio del Patronato Nacional de la Infancia (PANI) practicamente se duplicaron del 2003 al 2009 (ver Gráfico 1), así lo muestran los datos brindados por la misma institución. 

Gráfico 1. Datos facilitados por el PANI
En cuestión de seis años las cifras pasaron de 32 adopciones tramitadas por año a 63 y la tendencia de alza paulatina promete mantenerse para este año en curso, al 30 de junio pasado ya 37 niños se habían sido dados en adopción. 


De acuerdo con la coordinadora del departamento de adopciones del  PANI, Luz Lee, ver una cantidad baja de adopciones como algo negativo y una cantidad alta como algo positivo suele ser un error que los medios de comunicación en general cometen.


Ella considera que “entre más adopciones, más mal estamos” pues implica que por una u otra razón más niños se han visto separados de sus familias.


La adopción es el último recurso al que acude el PANI cuando se trata de velar por los niños. La primera opción para la institución es siempre hacer lo posible por regresarlos con sus familias biológicas.


Otra tendencia que se ha evidenciado dentro de las cifras que maneja el PANI es la que muestra como los niños más pequeños, en especial aquellos de 3 años o menos son los que más se adoptan (ver Gráfico 2).
Gráfico 2. Datos facilitados por el PANI

En el primer semestre del 2010, 25 de las adopciones correspondían a niños de 0 a 3 años, lo que representa aproximadamente un 68% del total de las mismas.


Luz Lee dijo que estas cifras responden al que los solicitantes de adopción normalmente lo que quieren son bebés pero, aclara que la mayoría de los niños en adoptabilidad consiguen una familia.

Cuando se dan casos de niños que no son adoptados normalmente se debe a que el niño no desea una nueva familia, que es ya muy mayor, que tiene alguna discapacidad o algún problema de carácter psiquíatrico.